domingo, 20 de junio de 2010
QUÉ SIGNIFICA SER MADRE DE UN AJEDRECISTA
Elisa y Elizabeth León y su mamá Xiomara Placencia
Aunque este artículo fue escrito por Claudia Robles, yo Xiomara Placencia me identifico mucho con él y por eso lo publico en el sitio de mi hija Elisa:
"Ser madre de una ajedrecista ha sido una bendición para mí. A lo largo de estos 6 años, he experimentado diferentes emociones como asombro, nerviosismo, llanto, alegría y frustración, pero al mismo tiempo mi relación con Dios ha crecido a lo largo de esta jornada. En próximos artículos estaré compartiendo experiencias específicas pero por el momento simplemente deseo expresar en términos generales lo que ha significado para mí ser una madre ajedrecista.
Ser madre de una ajedrecista significa superar las emociones
La primera vez que vi a mi bella y pequeña hija jugar ajedrez en una Olimpiada Estatal, yo estaba completamente nerviosa. Mi corazón palpitaba severamente y sentía que saldría de mi pecho. Literalmente podía oír el palpitar de mi corazón en mis oídos mientras observaba las piernitas de Claudia que aun no lograban tocar el suelo por su pequeña edad. Me preguntaba:
1. ¨ ¿Moverá su caballo correctamente? ¨
2. ¨ ¿Se le olvidara decir ACOMODO cuando quiera ajustar una pieza? ¨
3. ¨ ¿Se acordara de enrocar? ¨
Tengan en mente que mis conocimientos ajedrecísticos son de una principiante. Aun así estaba preocupada si mi hija anotaría la partida correctamente o si se dejaría ganar simplemente por ver a su contrincante llorar.
Si, aun puedo acordarme de aquel primer torneo.
Nunca olvidare cuando lagrimas rodaron por mi mejilla cuando mi hija de apenas siete años de edad gano su primera olimpiada estatal, mas el sufrimiento antes de que se coronara campeona no se lo deseo a nadie.
Ser madre de una ajedrecista es superar los obstáculos que otros intentan ponerle a tu hija
En el pasado llegue a llorar por los obstáculos que varias personas intentaron ponerle a mi hija y aunque ahorita no hablare de esos casos en particular, aun me es difícil creer como hay adultos que quieren estorbar y literalmente detener las carreras ajedrecísticas de otros niños. Siendo que somos de dos países veo la diferencia en las dos culturas ajedrecísticas, caso especifico México y los Estados Unidos. Pero como madre he usado todas las problemáticas vividas dentro del ajedrez de un país para ayudar a Claudia superarse en el ajedrez de otro país.
Ser madre de un ajedrecista es observar la relación entre tu hija y su carrera ajedrecística
Nunca me deja de asombrar como mi hija puede concentrarse por más de tres horas en una partida. Aun más increíble es cuando la veo escoger estudiar una posición sobre el tablero a ver la televisión o incluso nadar. Me asombra su dedicación a querer ser la mejor en su categoría. Me asombra su habilidad de sentarse y absorber lo que su guapo entrenador (su padre) le enseña. Creo que es de suma importancia la relación que mi hija y su padre (entrenador) tienen por que la hace sentir como que todos nosotros somos un equipo.
Ser madre de una ajedrecista es buscar las herramientas necesarias para ayudar a tu hija en desarrollarse en una campeona
Yo no tuve la crianza que tuvo mi hija Claudia por lo tanto tuve que aprender a equiparme para ayudar la en su proceso de desarrollo. He aprendido que la fuerza interna proviene de Dios. Esto no significa que Dios decide quien gana o pierde sobre el tablero porque seria la declaración más absurda, al contrario, hablo de aprender como desarrollar la fuerza para ser exitoso. Tuve que aprender a confiar y depender de Dios y no de lo que sabíamos o no sabíamos, de lo que teníamos o no teníamos.
Es por ello que aprendí en lugar de guardar rencores por los obstáculos que otros pusieron – amar a la gente. Aprendí a orar y perdonar las situaciones del pasado.
Aprendí que el orgullo era destructivo y la humildad era más benéfica y simple. Ahora nos enfocamos ayudar a otros en lo que mas podemos.
Se requiere un fundamento espiritual para vivir una vida exitosa y sobresaliente. Es por ello que somos fiel creedores del verso bíblico encontrado en Filipenses 4:13
¨Todo lo puedo en Cristo que me fortalece¨
Por lo tanto el ser una madre ajedrecista transciende el ser una madre ajedrecista sino el ser una madre que ayude a su hija a desarrollarse exitosamente en la vida."
Fuente: Caludia Robles en www.chesscampeona.com
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